lunes, 28 de marzo de 2016

Cuento de Historia

Nota: Estamos obligados a publicar este trabajo ya que es parte de nuestra calificación de historia.



Evidencia 2

Había una vez un niño llamado José. Tenía 11 años casi 12, vivía en un pueblo en Tenochtitlan. Un día su papá muy asustado dijo que vio unas enormes montañas en el agua acercándose. Su papá dijo que los escondieran ya que no sabían si venían en paz o querían exterminarlos. Efectivamente eran los españoles buscando tierras que conquistar. Moctezuma (quinto huey tlatoani) llamo a todos los hombres para preparase a luchar, los hombres prepararon sus armas, aunque no todos eran guerreros, lucharían al final.



Duro mucho la batalla, muchísimas muertes hubo, mucha sangre, José vio como mataban a su padre, con una cosa de metal afilada, escuchaba voces no entendía lo que decían, no era su idioma. Al final lo encontraron, lo llevaron con otros niños, estaba muy asustado, se estaba deshidratando, no había agua, solo soldados, entonces llego un señor, y traía un collar, no cualquier collar, tenía forma de una cruz y en uno de los lados decía: “Jesús está conmigo”, no sabía que significaba, entonces el señor empezó a hablar en nuestro idioma, le entendí perfectamente. Decía que lo peor había pasado.



Pasaron las semanas y aun no veía a mi familia, estoy muy preocupado por ellos, me llevaron a un lugar con otros niños que secuestraron de sus respectivas familias. Tenían miedo como yo, no sabían que hacer, muchos lloraban, otros estaban serios (claro los más grandes). Lo único que quiero es ver a mi familia, estoy preocupado, ¿Seguirán escondidos? , ¿Estarán muertos?, ¿Seguirán vivos?, ¿Tendrán frio?, ¿Les darán de comer?





Lo único que espero y ruego es que estén bien, sanos y a salvo. Ruego a Dios para que pueda volver a ver su cara, para volver a escuchar sus risas, disfrutaba tanto cuando desde mi cuarto les escuchaba, ellos pensaban que yo no les podía oír, si supieran que era lo que más deseaba y siempre procuraba llegar temprano a casa para disfrutar esos momentos, si supieran…… ¡Oh! por favor que regresen pronto.



Hoy 30 de abril es mi cumpleaños, ya tengo 12 años ¡Por Fin!, lo malo es que no tengo a nadie con quien festejarlo, hice una silueta de mi pastel preferido, y puse en el centro “feliz cumpleaños José” y sople las velas hechas de tierra y pedí mi deseo, mi deseo era volver a ver a mi familia, cada día que pasa los extraño más y más.



Cada día que va pasando niños se va muriendo, por enfermedades que trajeron los españoles y todavía no había cura para tratar con ello, cada día vienen nuevos niños y siempre sueño en ver que llegue mi hermano para estar juntos aunque estemos en un basurero. Cada día tengo que ir a una clase para aprender castellano, no es opcional es obligatorio, se mas castellano y entiendo más y más, es raro aprender otro idioma que desconocía, siento que eso me servirá para cuando me escape.

Si efectivamente desde que llegue aquí eh planeado escaparme, porque este no es mi lugar, no es mi hogar, y tampoco es vivir ahí. Así que planeo un escape con otros niños porque estamos hartos de cómo nos tratan, creen que somos inferiores pero no lo somos, estamos a su mismo nivel.



Desde que me secuestraron perdí mi infancia y supe que tenía que madurar rápido para poder sobrevivir, es de los sacrificios más duros que eh tenido en toda mi vida, espero que después de escapar encontrar a mi familia.

         Estoy decidido, ya está todo planeado, ya tengo todo preparado, esta noche, más porque escuche que no iba a ver tanto personal. Empezaba a oscurecer, ya está casi todo. Llego la hora, es hora de la acción, durante estos meses empecé a cavar un hoyo en mi habitación, desde el primer día que estuve, cada día veía cada pasillo, puertas y paredes que llego un momento de tener una memoria fotográfica.



Me empecé a escabullirme hasta llegar al patio, estaba lloviendo, no sabía si era una ventaja o desventaja, me escondía entre los arbustos, estaba muy nervioso por si hacia un movimiento en falso y puede que me atraparan, llegue a la puerta principal, intente abrir pero como siempre estaba cerrado, tenía que actuar rápido ya que los guardias se acercaban.



Mis manos temblaban, estaba a punto de lograrlo hasta que sonó la alarma, por un segundo se quedó paralizado mi corazón, sabían que no estaba en la cama, entonces empecé a escalar la puerta, sabía que un pie en falso me resbalaría y me caería.



No podía ver mis ojos estaban nublados, veía las luces que se acercaban, ¿Acaso será mi final?, ¿Lograre escapar?, esas preguntas que me llegaron a mi cabeza después de ver las luces que se acercaba.



Antes de llegar a lo más arriba sentí que alguien me jalaba, era un guardia, me decía que viniera que si no iba a tener consecuencias, aprendí que la vida te da solo una oportunidad y lo empecé a golpear y darle patadas, enserio quería escaparme. Hasta que llegó el momento, me soltó por tan duro y repetitivo.



Por fin me sentía libre, sentía que volaba, sentía sensaciones que nunca había sentido. Salte la puerta y empecé a correr derecho, no mire atrás no quería saber si me perseguían, solo quería correr y correr hasta estar en un lugar seguro.



Mientras corría empecé a escuchar gritos de los soldados que decían “atrápenlo” eso me daba más energía para correr. Por un momento empecé a escuchar voces, pero no cualquier voz era la de mi madre, esa voz jamás la olvidaría, me decía ven estoy aquí, corría para diferentes direcciones, me estaba volviendo loco.

Hasta que en una calle oscura, vi unas personas a lo lejos, era mis hermanos y mi mama, estaba tan feliz de verlos, fui corriendo hacia con ellos,  cuando llegue vi que era una trampa, no sabía qué hacer ya que estaba rodeado de puros soldados, mi familia tenía todo roto, los brazos, las manos, las piernas, los pies, para no moverse y salir corriendo. Cuando me vieron mi madre empezó a llorar y decir lo siento, yo le dije todo estará bien, tranquila.



Entonces me agarro el soldado me puso una pistola en la cabeza, y dijo últimas palabras, yo conteste “Ustedes españoles son unos tontos” “yo amo a mi familia” después de eso dio el balazo directo al corazón, sentí las miradas de mi familia quedando destrozadas y yo sentí como iba perdiendo la vista y ver ese color blanco que expandía en mis ojos. Sentí que ya podía estar en paz, ya no sufría, no moría de hambre, no me deshidrataba, era libre, libre como un pájaro volando sin saber su destino, solo ganas de volar y volar.



FIN

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